“Toda expresión artística debe ser hecha con gracia, preparación y excelencia. Pero es muy fácil perder el enfoque espiritual. Debemos tener cuidado de no olvidad la verdadera razón por la que el Señor nos ha llamado. Está bien tener el deseo de ser buenos artistas y claro que debemos procurarlo. Debemos tratar de multiplicar nuestro talento todos los días! La pregunta es, ¿por qué quiero ser un buen artista? ¿Para qué quiero desarrollar mis talentos? ¿Sera para satisfacer mi ego? ¿Sera para ser reconocido y alabado? ¿Sera para dedicar mi tiempo a un “ministerio”? ¿Sera para mi interés personal, como la hija de Herodías?”
La motivación de nuestro corazón es lo que va a determinar lo que vamos a liberar por medio de nuestro arte. El deseo de Dios es que seamos artistas que profeticemos y afectemos la realidad espiritual con lo que está en Su Corazón, pero simplemente podemos pararnos en un altar y silenciar Su Voz profética. No hay término medio. Nuestro arte imparte a los aires LIBERACION, VIDA O MUETE.
Debemos pedirle al Espíritu Santo que examine nuestros corazones diariamente para que Él nos muestre lo que es nuestra verdadera inspiración y si es realmente el servicio a Dios y no de nosotros mismos.
Edwin Santini
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